Cuando comencé a escribir este blog tenia en mente escribir con frecuencia... cualquier frecuencia que me fuese posible. Lo que no pensé es que la auto censura fuese a limitar lo que publico. Dice Robinson (mi novio) que soy un juez (terrible) y que vivo para juzgarme y juzgarme, es cierto, pero eso no quiere decir que deba privarlos a ustedes de las cosas que me gustaría contarles, solo porque no estoy segura de como contarlas. Así que abran paso que aquí voy... perdonen de antemano los desvaríos, los abusos y las locuras.
La distancia de estos días también se debe a que estaba un poco ocupada terminando un taller donde compartí con unos chicos geniales y fui testigo de como se enamora una persona del papel y se convierte en origamista... pero sobre eso les cuento un poco luego.
Me despido por ahora, pero regreso luego a contarles lo que sucede en este pequeño mundo de papel...
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